Desde aquella inolvidable Nochebuena en la que Esme sorprendió a todos con su radiante belleza, algo en ella ha cambiado. Su actitud es distinta: ahora se muestra segura, empoderada y dispuesta a ocupar el lugar que merece. Su elegancia y porte han dejado a más de uno sin palabras, y Kazim no es la excepción.
Acostumbrado a verla en un segundo plano, sumisa y callada, el patriarca de los Sanli no puede evitar quedarse atónito cuando Esme aparece con un vestido que realza su figura y una confianza que nunca había mostrado antes. Sin pensarlo demasiado, y traicionado por su sorpresa, Kazim suelta un cumplido que nadie esperaba escuchar de sus labios: “Ese vestido te queda muy bien”.
Pero lo que realmente lo descoloca es lo que dice después, casi sin darse cuenta: “¿Quién es esta señora?”. La transformación de su esposa es tan impactante que por primera vez en mucho tiempo la mira con nuevos ojos, dejando de lado, aunque sea por un instante, la dureza y la crueldad con la que siempre la ha tratado.
En un gesto poco habitual en él, Kazim le dedica unas palabras de reconocimiento: “Dios te bendiga”. Tal vez no lo admita abiertamente, pero está claro que algo dentro de él se ha movido. Esme, por su parte, no necesita su validación. Con su renovada seguridad, demuestra que ya no está dispuesta a vivir bajo su sombra.
La pregunta es: ¿este nuevo Kazim podrá aceptar a la nueva Esme? ¿O intentará recuperar el control sobre ella?