MARTA AND FINA – Sueños de Libertad 250 (No te vas a marchar hasta que me digas la verdad)
En el nuevo episodio de Sueños de Libertad, la confrontación entre Andrés y Jesús llega a un punto de tensión insostenible. Andrés, furioso y lleno de dudas, enfrenta a Jesús, exigiéndole que le diga la verdad sobre lo sucedido con Víctor. Andrés no puede entender por qué un hombre misterioso mencionó que debía mentir a las autoridades, y, buscando respuestas, le pregunta directamente a Jesús sobre su implicación. Jesús, molesto por las acusaciones, le responde con sarcasmo, indicándole que saque sus propias conclusiones y, con ironía, le hace notar cuán mucho lo aprecia ahora.
Andrés, con furia, lo acusa de haber sobornado al testigo para que mintiera y dijera que vio a otra persona discutiendo con Víctor, solo para asegurar que él pudiera salir de prisión. Andrés, lleno de resentimiento, le dice que jamás haría lo mismo por él. A medida que su ira crece, Andrés no se detiene y sigue insistiendo, convencido de que hay algo más oculto tras la historia. Le exige que le diga la verdad, pero Jesús lo descalifica y se burla de sus sospechas, lo que solo intensifica la confrontación.
La situación se vuelve aún más tensa cuando Andrés acusa a Jesús de haber colocado un gemelo junto al cuerpo de Víctor para incriminarlo, lo que deja a Jesús totalmente exasperado. Con rabia, Jesús le pregunta por qué haría algo así si, más tarde, pagó para liberarlo de la cárcel. Andrés, sin mostrar signos de rendirse, le declara que no se irá hasta que confiese quién mató a Víctor. Jesús, visiblemente frustrado, lo acusa de intentar culparlo de todo simplemente para liberarse de él. Jesús le recuerda que desde su regreso, Andrés ha intentado reemplazarlo, y le advierte que deje de hacer tantas preguntas, ya que tal vez no le gusten las respuestas.
Finalmente, cuando Andrés insiste y le exige la verdad, Jesús, visiblemente cansado y frío, le responde que sus acciones fueron para proteger a la familia. Como último recurso, le dice que, si no le cree, puede preguntarle a su propio padre, dejándole claro que la conversación no solo queda sin resolver, sino que se intensifica la desconfianza entre ellos. La tensión entre los dos alcanza su punto más alto, dejando al público con más preguntas que respuestas.
Este enfrentamiento marca un giro crucial en la trama, pues las verdades no solo están por salir a la luz, sino que las relaciones entre los personajes parecen estar al borde del colapso.