MARTA Y FINA – Sueños de Libertad 250 (No cuentes conmigo para esa tontería)
Las tensiones entre Marta y Fina llegan a un punto crítico cuando sus diferencias sobre cómo manejar la situación con el gobernador civil se hacen evidentes. Marta, con su enfoque más pragmático, cuestiona la integridad y los compromisos del gobernador, mientras que Fina le advierte que no es ingenuo y que ya ha comenzado a sospechar que ocultan algo.
Marta intenta minimizar la situación, pero Fina, con tono serio, le recuerda que el gobernador no llegó a su cargo por mérito propio, sino por influencias y favores políticos. Insiste en que jugar de manera agresiva no traerá buenos resultados, pero Marta se muestra inflexible: cree que el gobernador les debe un favor y que deben aprovecharlo a su favor.
Cansada de los problemas que han surgido por seguir las estrategias de Marta, Fina declara con firmeza que esta vez harán las cosas a su manera. Está agotada de tener que arreglar el caos que Marta deja a su paso y no está dispuesta a seguir por el mismo camino.
Justo en ese momento, aparece Andrés, interrumpiendo la acalorada discusión. Comenta que ha tenido un encuentro inesperado con Ángel Vaca, quien le agradeció por haberlo puesto en contacto con el Dr. Herrera. Fina asiente, satisfecha de que Ángel finalmente haya decidido buscar ayuda médica.
Sin perder tiempo, Andrés cambia de tema y expone una nueva propuesta que considera crucial. Sin embargo, Marta, sin siquiera analizarla, la descarta de inmediato, tachándola de absurda. Fina, harta de que Marta siempre imponga su punto de vista sin considerar otras opciones, le recrimina que ya han visto las consecuencias de su manera de hacer las cosas y que, esta vez, es momento de escuchar a Andrés.
Marta, con evidente molestia, le advierte a Fina que está cometiendo un error, pero Fina se mantiene firme y le desafía a asumir las consecuencias de sus propios actos. Sin interés en seguir con la discusión, Marta decide retirarse, dejando claro que no apoyará la propuesta y burlándose de la idea de compartir el liderazgo con rotaciones cada seis meses.
Así, la fractura entre Marta y Fina parece cada vez más difícil de reparar, mientras que el destino de su lucha toma un giro incierto.