MARTA AND FINA – Sueños de Libertad 250 (Soy hija de Damián de la Reina)
Pelayo y su madre, Clara, llegan a la oficina de Marta para una primera presentación formal. Con una sonrisa cordial, Pelayo introduce a su madre, y Marta, con amabilidad, le da la bienvenida, esperando que su viaje haya sido placentero. Clara responde con frialdad pero sin rudeza, mencionando que el trayecto fue cómodo gracias a un conductor eficiente que entendía su prisa.
Tratando de ser una buena anfitriona, Marta se ofrece a verificar si las habitaciones de los recién llegados están listas para que puedan descansar. Sin embargo, Clara rechaza la oferta sin dudarlo, explicando que han decidido hospedarse en un hotel para evitar habladurías sobre su estancia en la casa de la novia antes de la boda. La respuesta de Clara deja claro que es una mujer de tradiciones y que ya está evaluando cada aspecto de Marta.
Mientras observa la oficina, Clara no tarda en hacer un comentario que destila cierta crítica: la decoración del espacio no le parece muy femenina. Marta, sin perder la compostura, le explica que acaba de mudarse y que aún no ha tenido tiempo de personalizar el ambiente. Pero Clara insiste, señalando que los muebles pueden decir mucho sobre la personalidad de quien los elige. Marta, con calma, le aclara que, en este caso, la decoración tiene un propósito funcional más que estético, ya que están en una fábrica y el trabajo es la prioridad.
Sin embargo, la conversación toma un giro más directo cuando Clara menciona que el padre de Marta, Damián de la Reina, ha asegurado que todos sus hijos tengan un puesto en la empresa familiar. Marta no niega la afirmación y reconoce que, aunque ha trabajado duro para ganarse su lugar, el hecho de ser la hija de Damián ciertamente ha influido en su posición. Su respuesta es firme, pero Clara parece tomar nota de cada palabra.
Para aligerar la conversación, Marta sugiere hacer un recorrido por la fábrica antes de que vayan a la ciudad. Clara acepta, siempre y cuando no sea demasiado agotador. Antes de salir, Marta menciona que necesita terminar un trabajo rápido. Clara, impaciente, le pregunta cuánto tiempo tomará, y Marta la tranquiliza asegurándole que solo será un momento. Como alternativa, sugiere que Pelayo lleve a su madre a la cafetería de la empresa mientras ella concluye sus pendientes. Pero Clara, con su actitud firme, prefiere quedarse en la oficina a esperar.
Con una sonrisa controlada, Marta acepta la decisión y se marcha a terminar sus tareas, prometiéndoles que volverá en breve. Pero la tensión es palpable en el ambiente. ¿Clara ha venido solo a conocer a su futura nuera o tiene otras intenciones?